Comunidad, Identidad, Estabilidad

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Hoy en día la clonación de seres humanos ya casi es una realidad, hemos escuchado quizás hablar de ovejas, ¿pero de un ser humano?, esto solo nos hace crear expectativas desconocidas y un sentimiento de angustia ante lo desconocido, y más ante estos cambios que ha logrado la tecnología.

¿Puede acaso la tecnología controlar la política, la economía, la sociedad, incluso a cada uno de nosotros? ¿Acaso ese mundo ideal con el que soñamos en un futuro se verá más coartado que hoy?

La tecnología en sí nos ha ayudado a responder muchas preguntas, muchos misterios que ha impuesto la ciencia, pero lo que veremos en esta sociedad no muy lejana será algo, por no decir menos, aterradora, un sistema lleno de conformismo, sin emociones, sin convicciones, limitado, un sistema programado donde seremos simplemente un numero más.

Recordemos años atrás, la Segunda Guerra Mundial, un hecho histórico que ha marcado hasta el día de hoy. Se ha comentado los métodos atroces que se cometían en ese entonces, como por ejemplo la manipulación genética en niños de ojos azules, en niños gemelos, en niños que nacían con diversas enfermedades y muchos más. Si bien se sabe, se quería alcanzar un control biológico, un control económico, un control político, un control sobre la sociedad y erradicar a quienes no se ajustaran a este nuevo sistema impuesto por un personaje totalitario, quien desempeñaba un excelente rol como líder, pero un líder destructor; pero también como ya sabemos la mayor parte de los hechos históricos son desagradables. Mucha gente predica que de los errores se aprende, y que es así como se construyen pilares más fuertes para crear una “mejor sociedad”; sí, es cierto pero en cierta medida, ya que si pensamos que para crear una “mejor sociedad” debemos permitir la ingeniería genética, un solo Estado Mundial que controle totalmente toda la población y es más, permitir el conformismo y la negación al cambio, es mejor que encontremos otras alternativas.

En este Mundo Feliz se han erradicados las guerras y la pobreza, y desde luego todos son felices, de no estarlo, si es evidente que el saldo de muertes y perjudicados por estas causas es alto. Pero esta felicidad del año 632 d.F es meramente fruto del adiestramiento al que han sido sometidos. No existe el dolor, las enfermedades, ni la vejez, pero no existen emociones, ya que atentan contra la “estabilidad” de las personas, lo cual es esencial para mantener esta sociedad, es decir, en el próximo mundo todo se reduce a la bioquímica, números, genética, y al aseguramiento superficial de los individuos.